Después de un par de años estudiando ingeniería, decidí formarme en lo que es mi vocación: LA EDUCACIÓN INFANTIL. Siempre me ha maravillado ver cómo se relacionan las personitas desde que llegan a este mundo, me llena de esperanzas ver a mis peques en el aula evolucionar y crecer a raíz de las vivencias que van experimentando, vivencias que les sirven para empezar a desarrollar destrezas que les serán útiles a lo largo de toda sus vidas.

Quiero contarte cómo llegué a construir este espacio que llamé DIANA en CASA

Durante muchos años tenía la sensación de que algo limitaba mi práctica en el aula, lo que hacía día a día en la escuela se quedaba en el aire o incompleto cuando mis bebés se iban a casa y la mayoría de las familias no eran conscientes de la importancia de esos primeros años de vida. Escuchaba con demasiada frecuencia "son bebés y no se enteran", eso me retumbaba me hacía  sentir una gran frustración.

La vida, siempre sabia, me puso a personas en el camino que me llevaron a formarme como TERAPEUTA FAMILIAR, gracias a lo aprendido cambié la percepción errónea que tenía que las familias “no trabajaban conmigo” en pro de la educación de sus hijos e hijas y pasé a entender que lo mejor realmente era “ser yo quien trabajara con ellas” para potenciar el proceso evolutivo de mis alumnos y alumnas.

Lo aprendido en intervención familiar me sirve para acompañar las inquietudes, incertidumbres y dudas que surgen en las familias, pero teniendo la ventaja de que no sólo estaba trabajando día a día con cada peque sino también con su sistema parental para procurar hacer el proceso de aprendizaje lo más favorecedor durante esos años tan importantes de la vida. Con este nuevo abordaje he logrado resultados personalizados para cada núcleo familiar, teniendo en cuenta sus necesidades, sus capacidades y sus tiempos; potenciando así el entorno de ese niño o esa niña DESDE LA PRIMERA INFANCIA.

Mi sueño de CAMBIAR EL MUNDO, sabiendo que LA EDUCACIÓN SIEMPRE ES LA MEJOR HERRAMIENTA, me dejaba otra inquietud: ¿cómo llegar a más familias si yo no podía tener más de 20 familias en mi aula? Y así me entró el gusanillo de querer compartir mis aprendizajes y conocimientos con más adultos que estuvieran también siendo parte de educar la infancia... Sueño con una sociedad que entienda lo IMPORTANTE que es ser referentes de BIENESTAR, CALMA y RESPETO para que esos niños y niñas aprendan a relacionarse asertivamente desde esos primeros años de su vida.

La digitalización de la pandemia me llevó a superar mis propias limitaciones y quise aprovecharme del alcance que puede tener la tecnología para compartir a través de la pantalla todo aquello que pueda ayudar a cualquier familia y/o docente a ser una mejor referencia para cada peque que tenga a su cargo. Usar la tecnología para que las familias puedan aprender y acompañar a sus peques como si me tuvieran ahí en sus casa, de ahí viene DIANA en CASA.